PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, en el marco del Programa Justicia 2020, han impulsado conjuntamente un ambicioso proyecto que busca reducir plazos totales del proceso de conocimiento civil y comercial, controlando la duración del período de prueba, a la vez que aumentar la calidad de la decisiones jurisdiccionales a través de la inmediación del juez y concentración de la prueba en audiencias orales.

Estos ambiciosos objetivos dan continuidad a un proyecto piloto impulsado por la resolución 1904/2012 de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia. Se lograrán a través de la implementación efectiva de los procesos por audiencias en los juicios de conocimiento en la provincia de Buenos Aires, con el marco procesal vigente; es decir, sin necesidad de una reforma legal.

Esto permite avanzar en un proyecto de implementación sumamente veloz, que se aspira concluir durante 2016. La Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires ya dotó de equipos de videograbación de audiencias a prácticamente la totalidad de los departamentos judiciales. Debe agregarse la existencia de un grupo de jueces líderes en la materia, formados en el marco de la citada experiencia piloto, lo cual constituye un aporte y una ventaja particular para aspirar a lograr resultados de alto impacto en plazos muy breves.

El Instituto de Estudios Judiciales es el responsable de la actividad de capacitación y actualización en materia de administración de justicia. En este ámbito, el proyecto se propone formar un amplio grupo de jueces voluntarios, uniformando prácticas, protocolos de actuación y modelos de proveídos.

De este modo, los jueces podrán implementar la audiencia de apertura a prueba o preliminar, con un auto de prueba que constituya un verdadero “plan de trabajo”, acordado con las partes y con fechas claras y factibles, para llegar a una audiencia de prueba concentrada. Eliminar el soporte papel para las actas de audiencia, reemplazándolo por la videograbación, es una herramienta clave de la transformación buscada, a través de un eficaz aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación.

La presente publicación pretende ser un aporte instrumental para este proyecto, profundamente transformador de la gestión judicial. Impulsar la oralidad en las materias civiles y comerciales resulta necesario para poner a la justicia de cara a la sociedad y mejorar la percepción ciudadana de la labor judicial. Vaya mi agradecimiento a los autores, Héctor M. Chayer, Juan P. Marcet, F. Agustín Hankovits, Andrés A. Soto, Ana I. Eseverri, Luis E. Sprovieri, Jorge E. Beade, Héctor O. Chomer y Jorge Sicoli por su desinteresada colaboración en la elaboración de este cuerpo de materiales destinados a lograr un cambio efectivo en las prácticas judiciales a través de la formación de los jueces.

También refleja la voluntad de mi gestión al frente de este Ministerio de apoyar de modo particular a las justicias provinciales, con un espíritu federal. El proyecto se enmarca en el Programa Justicia 2020, como una iniciativa dentro de un ambicioso catálogo que plantea rediseñar el rostro de la justicia argentina, para que sea cercana a la comunidad, moderna, transparente e independiente. Ciertamente, la oralidad en los procesos civiles así como está planteada se alinea de modo preciso con esta visión. Desde el Ministerio esperamos brindar asistencia técnica y colaboración en esta misma línea a todos los poderes judiciales interesados, promoviendo experiencias similares de introducción de la oralidad efectiva tanto a nivel nacional como provincial.

Corresponde también agradecer a la Academia de Intercambio y Estudios Judiciales por sus generosos aportes a esta publicación. Esperamos trabajar juntos en la promoción de la oralidad en la jurisdicción civil de todo el país en los próximos tiempos.

Finalmente, confiamos en que este aporte contribuya a la reforma procesal civil y comercial necesaria para una plena aplicación del nuevo Código Civil y Comercial. Todo esto, con miras de satisfacer de modo adecuado y oportuno las necesidades, y también las expectativas, de los ciudadanos que, muchas veces contra su voluntad, ponen una parte de su vida en manos de los jueces y los tribunales.

Buenos Aires, junio de 2016

firma%20Garavano.tif

Germán Carlos Garavano

Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación